martes, 10 de febrero de 2009

Quinto latido

TRINTA Y SEIS



"Sergio le toco la cicatriz con la yema de los dedos, bajando desde su cuello hasta el nacimiento de los senos cubiertos por el nuevo traje de baño. Montse le miraba a los ojos.

- ¿Sientes algo? - quiso saber el.
- Solo un cosquilleo.

La mano se detuvo.

- Pero el resto del cuerpo lo tengo muy sensible- le recordo con una sonrisa.

Sergio llevo usa misma man hasta su mejilla y la acaricio. Ella ladeo la cabeza para besarsela breve y fugazmente. La mano siguio recorriendo su piel hasta llegar a la base de la oreja, y despues le acaricio el cuellopor la parte posterior. Sus ojos, sin embargo, seguian fijos en la cicatriz de su pecho.

- No te gusta hablar de esto, ¿verdad?
- No me gustaba, y probablemente siga sin gustarme, pero contigo es distinto. Nunca hemos hablado de lo que me paso. Y tienes derecho a saberlo todo.

Le parecio que Sergio tenia un leve destello en sus ojos, una descarga electrica-

- ¿Como sucedio?
- Lo llaman miocardiopatia dilatada - respondio Montse.
-¿Por que los nombres medicos suenan todos tan raros?
- Bueno, lo que tuve si es raro. Supongo que eso es lo que duele mas. Te dicen que hay un caso entre tantos millones y te dejan aun mas hecha polvo. Cuando pillas la gripe, como la pilla una de cada tres personas no te importa. Pero una entre cien mil, entre un millon o cinco millones fastidia.

- ¿Como pudo tu corazon dilatarse sin mas?
- Siempre tube un corazon muy grande y bondadoso- bromeo ella sin ganas.
- En serio - pidio el.
- La verdad es que fue todo tan rapido... - Montse hizo un gesto de duda y resignacion con los hombres- Que si la infeccion virica,que si la miocarditis aguda, que si... Lo unico que sabia yo era que mi corazon, de pronto, yo no servia y necesitaba uno nuevo. ¿Te imaginas? Asi de facil. O me hacian un transplante o adios.

- ¿Que sentiste cuando te lo dijeron?
- Imaginate. Para mi fue como tropezar con un marcianito verde en el patio. De repente, palabras como transplante, y donacion de organos se me hicieron familiares. Yo no tenia ni idea de nada de eso y tube que ponerme al dia. Una oye por television que somos el pais del mundo con mas donaciones de organos, que hay mucha gente esperando un corazon y mucha gente esperando un riñon, que si alguien se muere y dona sus organos pueden aprovecharse el corazon, el higado, los riñones, las corneas... Es bastante abrumador, ¿no crees?

- ¿Pensaste que te morias?
- Es dificil de decir. Tenia muchas esperanzas, ¿sabes? Muchas. Pero a medida que pasaban los dias... - hablaba con absoluta naturalidad, sin esfuerzo - Al llegar el final, aquella ultima noche, cuando era cuestion de horas, o de minutos... entonces si, crei que no lo contaria. Pensaban que no me enteraba de nada, pero tenia ratos de consciencia y en ellos, cada vez miraba la vida que habia al otro lado de mi, me decia que tal vez fuese lo ultimo que viesen mis ojos, porque ya no volveria a abrirlos. Y no queria morir. No dejaba de repetirme que tenia tantas cosas por hacer. Finalmente, cuando aparecio ese corazon, cuando me dijeron que iban a operarme y que viviria...

No era Montse la que tenia los ojos humedos. Era Sergio. Ella se dio cuenta y entonces se le acerco, le acaricio y le beso en los ojos, los dos. Noto el gusto salado de esa h
umedad en los labios.

- Tranquilo - le dijo - Ya paso.
- Todo es tan... - intento decir algo el chico.

No pudo. Dos lagrimas asomaron bajo sus pupilas y se hizo un nudo en la garganta.

- Estoy bien, de verdad - dijo ella- El medico me lo aseguro ayer, ya te lo dije. Mira, tocalo, oye como late, firme y seguro.

Le cogio la mano de pronto y se llevo al pecho, sin ningun atisbo de verguenza. Su corazon, por ese contacto y por el extraño abatimiento de el, comenzo a latir con mayor fuerza.

Sergio rompio a llorar, impulsiva e incontroladamente. Aparto la mano, como si le quemara aquel contacto, y bajo la cabeza para que Montse no le viera llorar. Durante un segundo quedo alli, apartado de ella, quieto, como un muñeco roto, con la densidad de su amargura y un invisible dolor llenandole el alma, cubrindolo de arriba abajo. Hasta que ella lo abrazo y el se derrumbo de nuevo sobre su pecho, abatido por segunda vez por el decidido tam-tam del corazon de Montse."





TREINTA Y SIETE



" Carolina no tenia muy claro que pelicula llevarse casa. Claro que, de todas formas, las que no cogiera hoy se la llevaria mañana igualmente, porque no habia demasiadas novedades que la satisfacieran. Pese a ello volvio a leer las contracubiertas de los estuches de las dos peliculas seleccionadas, buscando algo, un detalle que inclinara la balanza a favor de una o un detrimento de la otra. Las dos estaban protagonizadas por actores que le gustaban y tenian un toque de comedia romantica que le encantaba. Tampoco tenia prisa. El video-club, a media mañana, no estaba precisamente a rebosar.

Se decidio, finalmente, por la que sostenia en su mano izquierda y dejo la otra en la estanteria. En ese momento vio pasar a Sergio por el otro lado de la calle, inconfundible por su forma de andar, su ropa de marca y su aire ausente. Dudo entre salir y llamarle o dirigirse al mostrador, pedir la cinta, pagar la cinta y salir en su busca.

Opto por lo primero. Se acerco a la puerta, miro calle abajo y entonces, antes de que pudiera llamarle, lo vio meterse en la sucursal bancaria.

Regreso al mostrador y entrego el estuche de la pelicula. El chico que la antendia busco la cinta correspondiente, la metio en un nuevo estuche de color azul y tecleo el numero de clienta en el ordenandor. Carolina le dio quinientas pesetas, recogio el cambio y la cinta y salio al escape.

Cruzo la carretera por alli mismo, esquivando primero los coches que venian por su izquierda, en direccion a Barcelona, y despues, desde la leve proteccion de la doble linea continua central, a los que venian en sentido contrario rumbo al puerto de Ordal. Cuando alcanzo la otra acera, bajo corriendo la cuesta para meterse en la caja de ahorros.

No llego a hacerlo.

Sergio estaba en el cajero automatico, justo a la entrada, apoyado en el, contando dinero. Y no era poco.

Desde el exterior, al otro lado del cristal, calculo veinte o treinta mil pesetas, aunque solo fue una apreciacion. El enamordado de su amiga no la vio. Acabo de contar dinero, arrojo el comprobante a la papelera y recogio la tarjeta de credito.

Tarjeta de credito. Carolina fruncio el ceño. Penso que no tan raro aunque... ¿quien tenia un tarjeta de credito antes de...?

Sergio iba a salir.

Fue instintivo. Ni siquiera supo la razon de su gesto, ni que motivó que diera un paso atras y desapareciera de su vision. Claro que Sergio podia volver sobre sus pasos y tropezarsela. Por eso se metio en la tienda de al lado. Espero unos segundos.

Luego volvio a asomarse.

Sergio iba calle abajo, en direccion contaria, posiblemente a la casa de Montse, a buscarla, o a bañarse en su piscina. Entonces hizo lo que habia pensado de manera tan instintiva: camino por segunda vez hasta la sucursal bancaria, entro y se acerco a la papelera, pero el que estaba arriba del todo era el, con mayor probabilidad, pertenecia a Sergio. Lo cogio y miro la cantidad.

No se habia equivocado. Era un retiro en efectivo de treinta mil pesetas.

- ¡Jo! - silbo en voz alta.

Una tarjeta de credito y dinero. ¿Estraño para un recien llegado en busca de trabajo?

Carolina ni siquiera supo que contestarse."



Continuara....

4 comentarios:

* Cris * dijo...

Mmmm... ahora me ha tocado ponerme a pensar en Sergio, que entre unas cosas y otras, llevaba ya unos días sin pensar en él... jajaja

Me tiene mosca el hecho del dinero (que, por cierto, si me quiere dar algo, pues no le voy a decir que no)...

Pero bueno, me has gustado lo del capítulo anterior, lo de estar en la piscina, Montse con el traje de baño... Ayy cómo avanzan estos dos

Qué bonito es el amor ehh??? jajaja

Besazosssssss!!!!!!!!

creaciones un zapatito de cristal dijo...

genial el blog me gusto mucho besitos maria

Anónimo dijo...

Lo del dinero un poquito en ascuas ..pero x culpa de carolina q me lo ha hexo ver como si no fuera normal q alguién sacara dinero del cajero..jajjajaajjaj
Y este sergio tanto llorar y no nos casca nada todavía ..cuando le llega la hora de sincerarse aél...
uffff¡¡¡ q ganas de más....besines.

Anónimo dijo...

Lo del dinero un poquito en ascuas ..pero x culpa de carolina q me lo ha hexo ver como si no fuera normal q alguién sacara dinero del cajero..jajjajaajjaj
Y este sergio tanto llorar y no nos casca nada todavía ..cuando le llega la hora de sincerarse aél...
uffff¡¡¡ q ganas de más....besines.

 
La Olivia de Popeye © 2008 Template by Exotic Mommie Illustration by Dapina