sábado, 3 de enero de 2009

Tercer latido


DIECISEIS

"Nada mas salir de su casa y cerrar la puerta, escucho los latidos de su corazon, y supo que si, que Carolina tenia razon. Aquello era una cita.
Su primera cita de verdad desde...
¿ Por que, si no, se habia arreglado tanto? Habia buscado la ropa mas adecuada para parecer informal pero al mismo tiempo estar bien y sentirse guapa o paracerse a el. ¿Por que se sentia feliz? ¿Por que reia?


Tal vez fuese una locura, pero desde su operacion, todo lo era. A veces se decia que vivia un tiempo prestado, que en otras circunstancias ya estaria muerta. Asi que todo lo que hiciera desd entonces era un regalo, aunque viviera cien años. Un regalo muy hermoso que debia aprovechar.
Si, le gustaba Sergio.
Era... diferente.

Habia en el algo intangible, extraño, algo que no alcanzaba a comprender. Y esa magia era lo que mas la desconcertaba. Cada vez que recordaba su cara, el brillo de sus ojos, su timidez, y su miedo, y su inseguridad, lo veia lleno de una sensibilidad desconocida. A su lado, y solo habia pasado junto a el unas pocas horas, se sentia a gusto, en paz. Todo cambiaba.
Como si Sergio fuese el futuro.

¿ Absurdo? Tal vez ¿ Prematuro? Posiblemente. Y mas desoues del encuentro con Arturo, que le habia abierto todas las heridas, especialmente la de la frustacion. ¿ Que habia en Sergio? Nada. No era mas que un misterio.
Un misterio.

Recordo la celebre frase que su profesor de Literatura repetia constantemente "La vida es un misterio por descubrir, no un problema por resolver"
Bienvenida al misterio.

Ni siquiera se dio cuenta de que habia llegado al pueblo. Sus pensamientos la habian acompañado todo el camino. Trataba de amargarse el momento diciendo que el era ave de paso, y al segundo se decia que no, que tal vez se quedase como habia sugerido. Trataba de inculcarse un poco de dureza y calma, y al segundo pensaba en Carolina y en su estimulo. Trataba de convercerse a si misma de que ya lo habia pasado bastante mal con Arturo como repetir la experiencia tan rapido,y al segundo comprendia que necesitaba lo mismo que todo el mundo, lo que buscaba sin descanso y a veces por instinto, sin darse cuenta : amor.
Asi que decidio dejarse llevar. Necesitaba tiempo.
Y esperar.

Sergio estaba en la puerta de la piscina, sentado sobre una hermosa moto de buena cilindrada que era la admiracion de los crios y menos crios que observaban."



DIECISIETE



" La musica sobrevolaba por encima de sus cabezas llenando el recinto con su fuerza penetraba en ellos por cada uno de sus poros, impregnandose, saturandolos. El sudor emergia de dentro a fuera y la musica fluia en sentido inverso, consiguiendo la catarsis perfecta. Y en medio de la pista, rodeados por otra decena de acólitos, su libertad cobraba forma, estallaba con el extasis de sus sentidos saturados.

Montse abrio los ojos por un momento. Le gustaba bailar con los ojos cerrados, dejandose llevar. Y hacia mucho que no bailaba, una eternidad. Tanto que casi ni recordaba cuando habia sido la ultima vez, ni que cancion era su favorita entonces. Tambien aquello formaba parte de un pasado que se le antojaba lejano. Se dio cuenta de que Sergio estaba mirandola y volvio a cerrarlos. Su mirada la acompaño. Era igual que una caricia. No se sentia desnuda ante ella, sino protegida y a salvo.

Lo habia pillado mirandola casi una hora antes. Y ahora ella deseaba hacer lo mismo, mirarle a el, bailando, moviendose con buen ritmo. Una vez, para saber y compreder que era real, no un sueño.
Volvia a ser una chica normal.
Una chica normal saliendo con un chico... ¿normal?

Vestia bien, con clase, y sus modales no eran vulgares, ya lo habia comentado Carolina. Ahora, ademas, estaba la moto. No entendia mucho de maquinas como esa, pero aunque el le dijo que no era mas que un 125, lo cierto es que parecia buena, y estaba cuidada, reluciente.
¿ Como podia estar buscando trabajo en Villarana y tener una moto asi?
La musica cambio de golpe, se hizo mas estridente, mas hipnotica. Casi al unisono los dos dejaron de bailar, aunque fue Montse la que puso cara de asco. Sergio sonrio y le abrio el camino para salir de la pista ahora con el personal bailando con mayor fiereza. Tardaron un poco en llegar a la barra del local porque ivan contracorriente, pero cuando lo hicieron, se sintieron a salvo del caos que dejaban a sus espaldas. Sergio le acerco los labios al oido para acerse entender mejor.
- ¿Que quieres tomar?
- Limonada.
- Vale, espera.
Se aparto de su lado y se incrusto en la barra, entre una rubia muy neumatica y una morena sugerente, que al instante le dieron un soberano repaso visual, de arriba abajo. A Montse incluso le parecio que la morena le decia algo, aunque no estaba segura. La rubia fumaba con descaro. Chicas de bandera. Dos buenas piezas.

Y de alguna forma supo que el muy bien podia estar con ellas, por muchas cosas, desde su atractivo hasta la clase que destilaba.
Pero no estaba con ellas, sino acompañandola.

Sergio paso dos refrescos de limon y regreso a su lado. Montse vio como la morena daba el ultimo repaso visual. La rubia ya habia desistido. Le tendio uno de los vasos y, de comun acuerdo, se apartaron un poco mas, hasta situarse en un rincon desde el cual la musica no les alcanzaba de lleno ni les impidia hablar, aunque de todas formas no podian hacerlo en voz baja, ni siquiera en un tono normal.

- Bueno, pues no esta mal esto - dijo el, señalando la discoteca.
- Es lo unico que hay - manifesto ella -Todo el mundo viene a Molins.
- Desde luego, en Villarana no hay muchas oportunidades.
- ¿Y en Tarragona?
Sergio la miro extrañado, sin comprender.
- ¿Que solias hacer en Tarragona? - dijo Montse.
- No demasiado, estudiar y todo eso - divago el - No soy muy asiduo a las discotecas.
- Vaya, lo siento.
- No, si me encanta estar aqui. No soy muy asiduo porque a estos sitios o vienes acompañado o es un palo. Y puesto que estamos juntos...
- ¿Por que no has siguido estudiando?
- Pienso hacerlo, pero no de momento... - aparto su miradade ella, y Montse pudo acercarse a un oceano de inseguridades - creo que necesito otras cosas, encontrarme a mi mismo, ¿no se dice asi?
- Y si estudias ¿que haras?
- Iba a empezar arquitectura.
- ¿Arquitectura? - se asombro Montse - Sopla. Desde luego lo tuyo...
- ¿Tan raro es que quiera tomarme las cosas con calma?
- No, pero... reconoce que es desconcertante.
- Si, supongo que si.
- Lo que no entiendo.... - comenzo a decir ella.
Sergio no le dejo continuar.
- Hace calor aqui - dijo interrumpiendola deliberadamente - ¿Salimos fuera un rato?

Montse lo observo. Mas que una propuesta era una decision, porque ya se movia buscando la salida, empujandola suavemente. Y se dio cuenta de que, por alguna razon, de la misma forma que ella no queria hablar de su operacion, Sergio no queria hacerlo de su pasado, ni de su presente.

Estaban empatados.

Alguien paso cerca de ellos corriendo y los empujo sin ninguna consideracion. Parte del liquido del vaso que sostenia su compañero se derramo y le salpico un poco.

- ¡Eh! - grito de pronto el - ¿Estas ciego o que?
El chico que lo habia golpeado se detuvo en seco. Era tan alto como Sergio y parecia algo bebido.
- ¿Pasa, tio? - le dijo en tono fanfarron - Lo siento, ¿vale?
- No estas solo - volvio a gritar Sergio.
- Ya, por eso vengo aqui. Si no, me quedaria en casa - le planto cara el otro.
- Sergio, vamos - le pidio Montse.

De pronto no lo conocia. Se habia puesto furioso, con los nervios a flor de piel. ¿O era por culpa de su pregunta y esa era la forma de querer escapar de ella?
Tuvo que presionarle el brazon con fuerza.
Su compañero vacilo un segundo.
Luego la miro.
Y mientras la paz irrumpia de nuevo en su animo, se relajo y dijo, revestido de un cierto cansancio:
- Si, vamos.
Pasaron juntos al quedon y salieron fuera."




DIECIOCHO


"La moto enfilo la suave pendiente de la calle a velocidad minima, pero no llego a detenerse delante de la casa de Montse. Lo hizo a unos diez metros, por la parte de arriba. En el mismo momento de frenar, Sergio paro el motor. El silencio recupero su dominio sobre aquel espacio lleno de quietud bajo el tochanado de estrellas que cubria el cielo. Las escasas luces que se veian, mortecinas y amarillentas, quedaban ocultas tras los muros, los arboles, las exhuberancia de las plantas y las cortinas que cubrian los cristales de las casas.
No estaban solos, pero se sentian solos.

Montse bajo de la moto y se quito el casco. Agito la cabeza y se paso la mano por el cabello, todavia muy corto. En el hospital habian insistido en ello, pese a sus protestas iniciales, y al final ya no le habia importado. Sergio tambien se quito el casco, pero no hizo ademan de apartarse del vehiculo,asi que se quedo encima, con las dos piernas apoyadas en el suelo, una a cada lado. Mientras ella seguia agitando la cabeza, el volvio a mirarla con palpable intensidad.
Ya no ocultaba sus sentimientos detras del miedo o los nervios.
Cuando Montse se que quedo quieta volvio a enfrentarse a sus ojos.
Y al silencio.
- ¿Que pasa? -lo rompio ella.

Hubiera esperado cualquier otra cosa menos aquello.
- Eres preciosa. - dijo el.

Se le disparo el corazon y estaba segura de que el color habia huido una vez mas de sus mejillas. No dijo lo que dijo por coqueteria, si no bajo el influjo de la conviccion.

- No, no lo soy.
- Lo eres, no seas tonta.
- Entonces gracias.
- Es curioso - menciono Sergio -, la primera vez que te vi...

Se quedo cortado, y en ese momento Montse hubiera deseado que no lo hiciera, mas aun, que estallara y se lo dijera todo. Necesitaba oirlo. Habia tomado muchas medicinas para el cuerpo, pero ninguna para el alma.

- Sigue - le invito.
- No me hagas caso - bajo la cabeza el, haciendo uno de sus gestos caracteristicos - Me siento ridiculo.
- ¿Por que?
- ¿Cuantas veces te han dicho lo mismo?
- Ninguna, es la primera - le dijo de verdad.

Espera otra frase, un ritual tipo "estan todos ciegos" o "me alegro de haber sido el yo primero" o... Pero Sergio continuo con la cabeza baja. Montse no supo que hacer , y mas cuando el la miro de nuevo y capto toda aquella intensa humedad en sus ojos.
- Sergio... - vacilo.

Si hubo alguna respuesta en sus labios, murio antes de nacer. Y lo mismo las dudas, que estallaron como pompas de jabon. Los ojos de su compañero lograron el equilibrio. El resto lo hizo el mismo, reaccionando. Primero cogio el casco de ella y metio el brazo por el hueco de la hebilla. Despues se puso el suyo.

- Tengo que irme - dijo demasiado deprisa.

No lo detuvo,aunque quiso hacerlo, La moto volvio a atronar en el silencio. Sergio le dio gas una sola vez antes de levantar una mano como despedida e iniciar el descenso de la calle."


DIECINUEVE


"-¿Que se fue? - exclamo Carolina.
- Si, asi - chasqueo los desdos para ser mas explicita,
- Pero.. - evidentemente no lo entendia y repitio - Pero....
- Fue asombroso - dijo Montse - En un momento me estaba diciendo que era preciosa y al siguiente...

- Algo harias.
- Que no.
- Tia, que los tios no se van asi como asi.
- Pues el lo hizo. Y parecia a punto de echarse a llorar.
- ¡No!
- No me lo invento, ¿vale? Tenia los ojos totalmente humedos.
- Ah, vale - hizo un gesto como side pronto lo entendiera todo - ¡Que fuerte!
- ¿Que es lo fuerte? - se perdio Montse.
- ¿Es que no lo ves? Ya no se trata de que le gustes, ¡se ha colado! ¡Y lo ha hecho a lo bestia!

- ¡Anda ya!

- Tia, que se ha colado y tiene miedo - insistio Carolina antes de poner cara de extasis y agregar - ¡Que bonito! ¡Un romantico!
- ¡ Y tu, que ingenua!
- ¿Yo? Pero bueno ¿estas ciega o que? ¡Un chico capaz de llorar por lo que siente es...! ¡ Por favor, Montse! ¿No tiene ningun hermano? ¡Yo quiero que alguien me diga preciosa y se ponga a llorar a moco tendido!
- ¿Y si sabe lo mio?
- Preguntaselo.
- No puedo.
- Pues entonces, diselo. Pero no creo que eso.
- ¿Por que?
- Pues porque basta con mirarle a los ojos - repuso Carolina - Los tiene de carnero degollado ¡Pero si es un dulce! No se como no atacas.Y con lo que queda de verano por delante ¡una pasada! Ojala me ocurriera algo asi a mi, ibas a ver tu. Mejor dicho, de ver nada, porque me perderias de vista hasta septiembre,
- O sea, que soy la chica del año no, la de la gran suerte.
- Mira, si lo dices por esto - puso el dedo en el pecho de Montse - pase. Pero si lo dices por lo demas...No tienes mas que pensar en Arturo y ahora en Sergio. Es que ni punto de comparacion, vaya.
- Yo estaba enamorada de Arturo - reconocio Montse.
- Y yo de Nacho hace un año, mira esta. Y bien colada que estaba. Ahora en cambio ni yo lo entiendo. Lo veo y me pregunto si tenia el gusto en salva sea la parte. Ademas tu lo has dicho,estabas.Eso es pasado. O aun...
- No, ya no.
- ¿En serio?
- ¿Con lo que me hizo?
- Eso no significa nada. Si le quisieras, lo perdonarias y amen.
- Pues ya no lo quiero, aunque a veces recuerdo cosas, lugares... ya sabes. El otro dia, cuando habamos, lo comprendi. Me queda un ligero dolor, una resaca, ¿entiendes?. Pero se acabo.
- Eso es cierto - calculo Carolina - Los sentimientos siempre dejan un poso¿verdad?
- Yo mas bien diria una herida. Dicen que, cuando te cortan un brazo o una pierna, tu aun sigues sintiendolo y te dan ganas de rascarte los dedos porque te pican.
- ¡Ay, calla! - se estremecio su amiga.
- Soy una experta en hospitales ¿recuerdas? - bromeo Montse.
- Pues mira tu que bien.
Se detuvieron de pronto. Habia un coche aparacado delante de la casa de Montse. Y un coche nada tipico. Las siglas de una caden de television eran visibles en el capó del coche y la puerta. Carolina deslizo una subrepticia mirada en direccion de su compañera, que habia perdido su recion nacida sonrisa tras la broma. Pudo captar el abatimiento, el subito cansancion, el peso sobre los hombros cayendole encima, la profunda impresion causada por aquella aparicion.

- Por favor - le suplico Montse - entra conmigo.
- Claro.
En el fondo habria deseado dar media vuelta y echar a correr, pero sabia que era inutil, asi que entro en su casa seguida por Carolina."
Continuara....






7 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta el nuevo tapiz de tu blog...jajaja
Y del libro, ¿qué decir? que me encanta, cada vez que lo leo, me gusta un poco más... ;)

Cuidateee, un besazo!!

* Cris * dijo...

Oohhh! Nena, me encanta de verdad. No te queda un Sergio por ahí para mí? De verdad? Has mirado bien? Bueno... vale... de acuerdo...

Pero de verdad?? Jooo yo quiero uno así para mí. Consíguemelo anda por fi!! No harías eso por mí?? jajaja

Cada vez el libro está mejor... Qué gran idea tuviste

Besitos

Anónimo dijo...

Q guay mi niña,pero es q cada vez q leo quiero más ..cada continuará me mata ..jajaja q ricura el sergio ,q puntazo la amiga,y ese coche de la tele ..jummm¡¡¡¡ q será ....ufff¡¡¡¡continuará..jajaja.besos tesoro.

Anónimo dijo...

Como que continuaraaaaaaaaa??nonoooo que continue yaaa!el coche ese...y el,que se fue corriendo..y...mra,vas a tener que escribir,porque sino,voy a tener que hacer un allanamiento de morada...jumm.... jaja
Bss =)

Davi80 dijo...

Hola mi corazoncito!!!
Hoy que estoy mas animadilla, te hago una visita!!!
Gracias por estar ahi!!!
Nos leemos pronto, un besazo.

María Galán dijo...

eso es lo bueno del blog, entrar sin llamar :D es lo divertido jeje

qué libro es??? ya me dirás el título y miro si está cuando vaya a devolver el otro ,que ahora se lo he dejado a una amiga jejej

un ebsito!!
me pasaré x qui tmb de vez en cuando! :)

María Galán dijo...

bah, no te creas q yo los guardo muy buenos eeeh? q tmb tuve lo mio... :(

pero enfin, conseguí superarlo y realmente, bueno, pese a que no fue una etapa de la que guarde excesivas cosas buenas (como casi todo el mundo)(yo a veces me siento rara pero me da igual) pues siempre hay cosas majas de las q te acuerdas...

 
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